martes, 22 de febrero de 2011


Boylover


Fase A. Introducción.
Manual de usuario recomendado para adultos de 25 a 65 años.
De uso común, sin distinción entre géneros o lazos parentales.
Lo aquí expresado puede utilizarse al pie de la la letra o realizarle cambios según sea conveniente.
Nombre clave: Claudia.

Fase B. Asedio.
Escoja a su Claudia con cuidado, manteniendo presente cualquier factor ambiental que actúe a favor o en contra de la abducción. De preferencia ubiquese en un lugar público y mézclese con la multitud. El primer contacto es el más importante, si su Claudia le regresa la sonrisa se puede proseguir con el acercamiento físico. Se recomienda llevar consigo alguna golosina o artefacto atractivo para el menor; no olvide que la edad de su Claudia es importante, de acuerdo a ella son los trucos a realizar: Si son entre 4 y 6 años lo mejor es la ventriloquia, para 7 y 10 años el humor es el arma a tomar mientras que para las Claudias entre 11 y 15 años la tecnología o el tabaco les produce más atracción.
El lapso de tiempo depende de la empatía que haya logrado establecer, puede ser desde una semana hasta tres meses o más.
Recomendación: Ningún extremo es bueno. No lo realice el mismo día del acercamiento ya que la probabilidad de que su Claudia se inquiete es alta, tampoco espere un plazo espléndido puesto que puede llamar la atención de la familia o en su defecto las autoridades..

-Drogas-
*Para casos extremos, ya que las sustancias pueden afectar la experiencia amatoria posterior*
1. Beso del sueño: 5 gotas de Rohypnol en un jugo. Puede provocar alucinaciones.
2. Escopolamina: También llamada burundanga en Suramérica, este hipnótico se extrae de una flor que ya se utilizaba en las culturas precolombinas. Absorbida por la piel o mezclada con la bebida o los alimentos, puede llegar a suprimir totalmente la voluntad de la víctima en apenas unos minutos. En dosis altas puede provocar estados de coma e incluso la muerte.
3. GHB: Un psicoestimulante. Líquido incoloro, inodoro e insípido. A dosis altas puede provocar estados de coma.

Fase C. Ejecución.
Una vez habiendo adquirido a su Claudia sientáse libre de crear la atmósfera que más le plazca. Amarréla a una silla, colóquele un disfraz, maquille su rostro con la tonalidad más sensual que encuentre. Los límites abandónelos fuera de la sala, aproveche este momento de extasis para compenetrarse con su Claudia. Acariciela, siéntala desde dentro, hágala suya. Puede grabar el encuentro para regocijarse con la inocencia de su Claudia en ocasiones posteriores. Use anticonceptivos si decide penetrarle y la niña ya ha tenido su primer período, en caso de que su Claudia sea un varón puede omitir el paso anterior.

Fase D. Efecto
¿Se ha acercado a Dios? ¿Lo ha tocado?
Dese unos momentos para reflexionar sobre sus sensaciones.
Anótelas en un diario.

Fase E. Resolución.
Recoja sus enseres.
Bañe a su Claudia y sírvale de comer.
Repita cuantas veces lo necesite.

Fase F. Asuntos Legales.
El autor no se hace responsable por el uso que se le dé a este panfleto.
Las relaciones sexuales con menores (lo consientan o no) están penalizadas por la ley.




viernes, 18 de febrero de 2011


Soy la versión varonil de Harry Potter


No tengo mucho tiempo, así que te lo voy a decir sin introducción edulcorada: No hay tal cosa como la perfección. Punto. Así. Uno se entrega y listo. Uno se regala a si mismo en pequeños pedazos hasta que simplemente no queda nada que arrancar. Y claro, en algunas ocasiones nos va a tocar sentarnos al lado de la rubia bonita pero ciertamente hueca que no para de acercar su blackberry a nuestra nariz. Pero hey, dejame compartirte un secreto: Otras veces nos va a importar un carajo la perfección por que nos estaremos pasando la ostia de bien. Punto. Así.




sábado, 12 de febrero de 2011


Voy a arrojar todos mis secretos muy lejos.


Algo va a brotar, confía en mí, esto es más que una mera picazón, estoy seguro. Uno de estos días, en cuanto uno abra los ojos, experimentaremos lo más esperado en el momento más monótono. Puede que ahora mismo no lo notes che, incluso podría arriesgarme a hablarte a la cara para comentarte que eso que se arrastra y te saca de tu cómodo estupor probablemente no sea simplemente indigestión. ¿No te acojona tío? ¿No te emociona so cabrón?
No te dejes ir, pase lo que pase, mantén encendida la llama que veo arder en tus ojos. Hablo de pasión, eso que no podemos abandonar aunque en ocasiones así lo intentemos. ¡Pasión carajo!, que el mundo puede pudrirse y uno con él... pero la pasión, la líbido, la impregnación social, la pulsión, las ganas, las pilas o como gustes llamarle se mantiene viva; aunque no nos guste a veces.
Quizás se caiga el entorno, que se ahogue, que arda o se intoxique...sin embargo, no desviéis la mirada, respirad, vivid, en pocas palabras... dejad que vuestro incendio se expanda.
Lleguemos lo más lejos que estas piernas hechas de carne y hueso nos permitan.




miércoles, 9 de febrero de 2011


Movimiento Perpetuo Continuo.... Toda la noche



Que muera pronto este Yo en el que habito. Que se desangre y le duela cada exhalación de sus últimos momentos.

Acta est fabula.

Ja, a quien engaño.
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En mi continuo suicidio eres de la poca luz que disfraza la frialdad.
Hastiada, me desvivo por desvivir y aquí estás, inmiscuyendote en mi mundo ajeno al color con el descaro de portar una sonrisa dirigida para mí.
Elogio a tu locura con el mismo gesto con el que desprecio el boceto de mi mano derecha que simplemente no puede alcanzarte.
(Ahhh, no, de plano no estoy acostumbrada a escribir esto)




viernes, 4 de febrero de 2011


El dolor de espalda de Atlas


Si, puede que pienses que soy una cobarde. Lo tengo en mente. Pero es que yo sé que existen, yo sé que eso que se arrastra a lo lejos no puede ser sólo el viento. Que va, las sombras no pueden tratarse sencillamente de simples ausencias de luz. No, no lo intentes, no me expliques que las peliculas o imagenes no saldrán de la pantalla para comerme los ojos. Deja de tratar que el temblor o mis latidos acelerados desfallezcan por medio de lógica verborreica. Basta. No me abraces con el propósito de que evite mirar bajo la cama o hurgar en el closet. ¿No intuyes que los demonios vienen a por nosotros? ¿No has pensado que lo que quieren es que creamos que no son algo más que charada infantiloide?


No, no lo hagas. No me convenzas sobre su inexistencia, por favor. Te lo ruego. No. Para ya.
¿No ves que si cumples tu cometido entonces dejas el papel de monstruo libre? ¿No ves que entonces los adefesios seríamos nosotros?


Nos convertiríamos en monstruos.
Por eso...
Alguien tiene que creer, alguien tiene que engañarse...


No hay más.
Cierra la puerta al salir, los vampiros podrían entrar.