miércoles, 27 de abril de 2011


In Loco Parentis


Dame unos segundos, permiteme algo de tiempo para escribirte algo. Nada, no hay nada; sólo la añoranza de bipartirme. Este deseo de poseerte es tan intenso que estoy al borde de suicidarme con el propósito de que mi espíritu traspase la barrera de las ropas e invada tu piel. Basta, no puedo, mis manos tiemblan mientras el corazón intenta retener el orgasmo espiritual. La respuesta es que he enloquecido por fin, me he entregado al frenesí que representa la imagen idealizada de unas caderas anónimas. Cierra las piernas, bloqueame el acceso. Déjame morir.




viernes, 22 de abril de 2011


El atajo de la señora Todd siempre termina en muerte


Esta es una historia, como cualquier otra.
No me centraré en su inicio ni en el desarrollo... pasemos hoja hasta el final.



La dama de blanco vomitaba huesos.

Llevaba así cerca de 10 horas, no podía detenerse.

Pedazos de fémures, rótulas y cúbitos brotaban de sus labios... Una especie de fuente alegórica-majareta.

Se le encontró muerta por la noche, carne aún tibia y saliva fresca.

Al ser viernes santo... Sus últimas palabras se perdieron entre oraciones católicas.


"Estaba tan deschavetada que pensó que los esqueletos del cementerio eran comida" -Dicen

Pero nadie ha ido a revisar el panteón todavía.




domingo, 17 de abril de 2011


¡Tiene que creerme, mi gato es un ser alíenigena que viene del espacio!...¡Y no le caigo bien!


-Esto es así, uno a veces puede estar "ahí" (sabes donde me refiero ¿no?): tocando, respirando, interactuando y dándole de topes a la realidad hasta que el cráneo termine cediendo ¿Me sigues? Pero a la vez uno se encuentra tan lejos, tan fuera de, tan jodidamente ajeno que la sensación de pérdida adquiere un talante sumamente atroz y horroroso; nos insta a abrirnos en canal - como si fuese la madre de todos los pellizcos- con el objetivo de despertar de una maldita vez. Sin embargo permanecemos fijos, mirando afuera como se mira a una pantalla de ordenador. Solos.

-...¿Lo que dices que tiene que ver con mi invitación al cine? ¿te vienes o no?

-Si, vale. Vámonos ya.




sábado, 16 de abril de 2011


You always hurt the one you love


Me sonríes como si nada mientras me muestras tus palmas ensangrentadas; lo haces de forma bastante parecida a como lo haría un crío que presume la obra maestra que ha dibujado en la pared blanca del recibidor. Me limito a ver el líquido escurrirse por entre tus dedos, sin embargo, de vez en vez mi mirada se encapricha en bajar la vista hasta mi vientre de donde proviene un agudo dolor. No lo permito, en su lugar almaceno en mi roída memoria la expresión de alegría/tristeza que baila en tu rostro.

Mis manos se han comenzado a sentir pegajosamente humedas, sé que en alguna parte de tu cuerpo -tal vez el vientre- el dolor ha nacido y clama tu atención; a pesar de ello tus pupilas no se apartan de las mías.

Te sonrío con las palmas extendidas hacia ti.




jueves, 7 de abril de 2011


El muro burocrático



Dentaduras, de eso se trata. Ese cúmulo de dientes con nombres propios un tanto estúpidos (pero joder, suenan tan adecuados después de repetirlos en voz alta un rato...Inténtalo). Esas cosillas blancas o amarillas o plateadas o vete tú a saber que tonalidad que no paran de masticar y morder, reafianzando con esto su presencia en el mundo. Eso es todo, un desgarre perpetuo entre tu piel y la mía que no produce otra cosa que dolor, pero eso si, este sufrimiento proporciona más pruebas de nuestra existencia que la mismísima mente. ¿Por qué no puedo trascender fuera de vuestros colmillos, molares y rosadas encias? No, me limito a seguir un patrón burocrático con el propósito de ser devorada a la "capital way". ¿Por qué celebraís la pérdida de los dientes de leche? Sigo sin entender.

Un día de estos tomaré un martillo o una llave de tuercas y me iré por ahí a dislocar unas cuantas mandíbulas, iré del otro lado de la locura, de la posesión del objeto o dependencia. Me arrancaré los dientes de un tajo maldición...

Hagamos Historia Dulzura.




sábado, 2 de abril de 2011


Y es que si te disparan...Sangras



-..Creo que esa chica se ha enfadado por que le he mirado extraño.

-¿Cómo le miraste?

-Pues, cómo se mira a una puta...Si

-Quieres decir de manera despectiva, revelando repulsión e incluso asco ¿es así?

-No, más bien con deseo, con ansias de que llenara ese vacío que carcome. Con hambre.

-Ya veo, entonces tal vez no era enfado lo que intentaba transmitirte...sino miedo. Terror ante tu absurda exigencia.

-Sabes, una puta hubiera podido con eso...