viernes, 28 de octubre de 2011


Seis años...Seis años nos separan a ti y a mí





La mujer de suéter gris estaba enamorada. Le había visto por primera vez en el tren hacía dos meses; figura alta de gabardina oscura y todo ojos negros. A partir del momento en que el destino dirigió sus pupilas para mirarle ya no pudo escapar de la telaraña carnal. Se mantuvo acudiendo día tras día a la misma estación y la misma hora confiando en que la acción lograría calmarle los dolorosos latidos de su corazón. La imagen del hombre no solo le había privado del sueño y quitado el apetito; sino que redujo su vida entera bajo la forma de un vagón maculado de pintadas adolescentes y hedor a sudor.
A los setenta y tres días de paseos ferroviarios sin sentido, cuando su mente se ponía cómoda con la situación; el hombre se subió al tren nuevamente. La mujer se congeló unos instantes en su asiento solo para segundos después cerrar los ojos fingiendo que dormia.
El hombre paso de largo.




lunes, 24 de octubre de 2011


I wanna make you bleed just like me...




Soñé.

En la otra realidad me encontraba atrapada en una casona.
Compartían mi claustro otras dos féminas y la liebre de marzo.
Hacían reuniones diarias para discutir asuntos filosóficos que incluso ahora no logro comprender; de cada boca brotaban, una tras otra, oraciones al azar, convirtiendo así la conversación en monólogos individuales.
En una de esas reuniones, mientras la liebre manifestaba la similitud de la sociedad con una funda de almohada, me entró la gana de masturbar a la mujer que estaba sentada a mi lado, así que sin pensarlo conduje una de mis manos hacia su entrepierna.
La otra joven dándose cuenta del agasajo que se llevaba a cabo, se levantó y retirando la mesa del centro del cuarto se dedicó a observar nuestra interacción junto con la liebre de marzo.
Le acaricié, le pellizqué, le metí dos falanges, le exploré con la lengua pero jamás la besé.
Cuando llegó al orgasmo mi mente también lo hizo llevandose consigo mi conciencia.

Desperté en el sueño.
Seguía atrapada en la casona.
La reunión me esperaba.
La liebre la inició hablando sobre la similitud de la sociedad con una funda de almohada.
Nadie le escuchaba, las otras dos féminas sentadas frente a frente a piernas abiertas con vela en mano, estimulaban el clítoris de la otra.
Una de ellas, como pudo, me arrojó una de esas candelas para que me les uniera.
De pie, aferrando fuertemente el cilindro, me dediqué simplemente a observar.
El entorno, así como la voz de la liebre, se diluyeron cuando ellas culminaron al mismo tiempo.

Desperté, por última vez, en el sueño.
Seguía atrapada en la casona.
La reunión me esperaba.
Pero yo ya sabía lo que iba a ocurrir.
Esta vez intentaría escapar.
Encerré a las mujeres en el cuarto de conferencias y salí corriendo. La liebre, molesta, me perseguía por las escaleras, tuve que arrojarme de uno de los barandales para que no me diera alcance.
Latimada, salí de la casa, ahí afuera me aguardaba una chica exactamente igual a mi, con la diferencia que sus labios estaban destrozados, los dientes rotos y la quijada desprendida.
"No te vayas" Me dijo sin hablar. "De ese exterior vengo yo y me vi obligada a volver"
No respondí.

Desperté.




miércoles, 19 de octubre de 2011


The Humpty Dumpty Love Song




Las primeras palabras de la chica que acorraló al niño en el callejón fueron:
-Humty Dumpty no se cayó de ese muro...

El niño no respondió, le miraba con ojos de cachorro mientras no dejaba de restregarse las manos sudorosas.
-No; Alguien le empujó...

Fue ahí cuando ella guardó silencio; y en en ese silencio degolló al infante rasgándole no solo la garganta; sino también los muslos, los brazos, la entrepierna, la cabeza y el torso. Los ojos de cachorro se le apagaron al mismo tiempo que su boca escupía un líquido amarillento idéntico a las yemas de huevo.

-Después de esto, a ti tampoco te van a poder recomponer los Hombres del Rey. -Dijo la chica entre risas histéricas antes de marcharse.

Al día siguiente, disfrazándose de su amado Humpty Dumpty, subió al muro para engañar a su corazón.
El pueblo, pensando que se trató de un caso insólito de resurección, hicieron a la chica disfrazada de huevo su Dios.

El asesinato del niño come-huevos-compulsivo ni siquiera en la nota roja salió.




domingo, 16 de octubre de 2011


Astigmatismo // Miopía



Cual cámara fotográfica averiada; mis córneas se empeñan en apresar toda imagen captada sin resultado. Se resisten a verse veladas por los párpados, a obnubilarse debido a las rutinarias ensoñaciones nocturnas. En cambio, vuelcan la negación de su deterioro hacia la variedad de objetos terrenales que ofrecen sin cesar el espejismo estático de la inmortalidad.

No, no es eso...Lo anterior es una mentira.

La verdad es que mi condición de ceguera nata ha enloquecido a mis ojos haciéndoles creer que pueden ver.

Y yo, ilusamente, les sigo el juego contemplativo en este intervalo de tiempo al que llamamos vida.




martes, 11 de octubre de 2011


Survival Horror



Aquí es la vida real chaval.
.....
No hay puntos de guardado y no existe botón de reinicio.

Si el juego te sale defectuoso hay que liarse con él hasta el final; y donde se atore... pues se acabó.

No se puede detener una vez iniciado.

Esto no va de ganar niveles ni adquirir equipo...jesús, nadie sabe trucos ni walkthroughs; estás por tu cuenta.

...Si mueres no hay manera de volver a donde te quedaste.

¿A qué esperas? ¿Por qué tiemblas?

¡Dale start!




domingo, 9 de octubre de 2011


Anorgasmia




Cierro las piernas.

Cierro el telón.

Cierro mi corazón.

Tú, pues tú... tú puedes abrirte.




jueves, 6 de octubre de 2011


Escritura Creativa 4 (¿Surrealista yo?)


El cielo que pintaste con tus acuarelas se está cayendo a pedazos.
"El sueño que tuve... es sólo un sueño que tuve" Susurró tu boca ya sin dientes de leche.

Me hubieras dicho que te pirraban los petirrojos, así hubiera matado a más.
Pero nada, observo ya sin interés la forma sucia con que te levantas la falda.

Aniquila mi líbido de una vez ¿A qué mierdas esperas?
Es tu constante suicidio ficticio quien eclipsa a mi neurosis.

Te deshaces en mis manos dejándome una sensación pegajosa
Y este sin-sentido no es suficiente purgante.

Vomita todo lo que quieras, haz destrozo; cúrrate y príngate hasta que no te reconozcas.
Para entonces yo ya habré roto todos los espejos.




sábado, 1 de octubre de 2011


Afónico




...

¿Me escuchas?