lunes, 23 de agosto de 2010


Norwegian Wood III (Final)



Se acabó. En la página 381 ni más ni menos.

Supondré muchas cosas a continuación, ¿por qué suposiciones y no afirmaciones? Las afirmaciones conllevarían a tener que llevar a la práctica mis cúmulos de palabras, tener que recorgerlas del suelo superando de esa manera a las hipótesis. Ahora mismo la pereza meláncolica me lo impide. Suposiciones serán...


Un libro no es más que un libro. Pueden hablarle a uno de física, de filosofía, de narrativa, pueden hablarte de como ser un chingón sin joderte demasiado. En fin, Un libro es un libro.

Sin embargo, al momento en que algunas oraciones (incluso si sólo es una) se entromete sin permiso en tu mente, dejandote sin aliento, deteniendo incluso tu corazón en seco y haciendote recordar algo que ya creías olvidado o marchito. Entonces ese libro ha dejado de ser un libro, ahora ese libro eres tu mismo, algo que has apropiado como tuyo y de nadie más.

Quiero ahorcarme usando como apoyo un manzano.

Ahora mismo he cerrado el libro, dejando a un Kizuki eternamente cumpliendo 17. Una Naoko ostentando perennes 21 y a un Watanabe intentando con todas sus fuerzas alcanzar lo que él entiende como felicidad.

¿Y yo...?

¿Y tú...?

Antes de que nuestro libro sea cerrado...¿Que haremos?




sábado, 21 de agosto de 2010


Norwegian Wood II



Me dignifico. Te digo: Soy un alma errante, una sombra sin lugar, una ausencia que carece de nombre.

Te ríes, me das unas cuantas palmadas y con la sonrisa aún colgando, continuas con tu rumbo.

Las cadenas que me atan a tu persona tintinean, halando mi cuerpo (mi esencia) hacia el espacio ocupado por ti segundos antes. Atrás. Siempre atrás.




jueves, 19 de agosto de 2010


Norwegian Wood I


Hace mucho, leí una historia que hablaba sobre una pareja que terminaba separándose.
La razón..
La mujer no vomitó una comida echada a perder que habían comido ambos.
El hombre había decidido terminar con su novia asido de un retrete, con las comisuras de sus labios todavía humedas por el vomito, con su cuerpo tembloroso cubierto de sudor.
Dejó de quererla por el mero hecho de que sus estomagos toleraban de manera diferente los alimentos.
Me pregunto si se podría aplicar a niveles más amplios.
"No me agradas por que no puedes vomitar como yo"
Eso...
¿Que representa?
Montón de tonterías. Eso es. Las repercusiones de haber comenzado a reeler Norwegian Wood.




viernes, 13 de agosto de 2010


Mentiras Piadosas



I

-No hables de matemáticas, no me gustan.
-Entonces ¿de qué? Mi profesión son los números.
-Háblame de otra cosa, cualquiera…
-Pero, todo, a fin de cuentas, se puede reducir a un par de dígitos. La realidad es así.
-Entonces…Pues…entonces…
-¿Entonces qué?
-Entonces miénteme.

II

Esto es un montón de mentiras. Falacias que no pueden corroborarse. Ella me pedía un nuevo mundo ausente de reglas y yo no podía dárselo. Jesús, si ni siquiera lograba mirarle a los ojos por más de unos segundos. Ella se mantenía a la espera, expresando la misma petición arrogante en tono infantil con un deje acaramelado. Mentiras. Ella quería mentiras.

..Y yo se las di.

III

Recorrí con mis dedos partes aisladas de su cuerpo, a ojos cerrados traté de distinguir cada una para formar un todo que se asemejara lo mejor posible a quien era ella en realidad. Mis labios susurraban historias que jamás serían ciertas, desconozco si sonreía, ignoro si lloraba. Lo que podría asegurar es que ese momento nunca sucedió.

IV

Ahora caíamos en un pozo mohoso. Las paredes parecían escurrir una sustancia irreconocible para el ojo humano. Ella reía como una demente, con las manos completamente abiertas y extendidas sobre mi rostro. Sabía que habría un fin, nuestros cuerpos tarde o temprano se estrellarían contra la resistencia que conformaría el suelo. Un dolor infinito se extendería por cada membrana de nuestro sistema y ahí acabaría todo. Sin salida. Sin lugar a arrepentimientos. Si, ella sólo reía y reía. Yo sólo esperaba.

Por supuesto, esto también es un embuste.

V

Ahora ella yace inerte sobre el sillón, sus labios petrificados en un rictus semi-erótico. Un vestido que ya no es blanco cubriendo su cuerpo más bien robusto. Su cuello se ha ensanchado y amoratado, sus manos ahora asemejan un par de garras de ave, un ave que no volverá a remontar el vuelo. Hay silencio, al menos eso me parece. Algo afilado se resbala de mis manos pegajosas. El deseo se extingue con ella. La vida…La vida misma joder, se extingue con ella.
No siento miedo, no hay remordimiento. Después de todo, estos son vocablos ficticios.

VI

¿No es así?
Contéstame…
¿No es así?
Hey…
¿Estás ahí?




martes, 10 de agosto de 2010


Humanos somos, Humanos moriremos


Inicio con la violación de la parcela en blanco, la cual es desgarrada por mis letras.
Una a una, se estrellan en tus ojos para caer después al suelo y perecer ahí, sin hacer ruido.
Tal vez, si escribo lo suficiente, entonces podré convertirme en un verso que desaparezca de estos planos inútiles.

Busco en las calles una representación del amor vestido de encaje. Una sonrisa carmesí, hipocritamente sensual.
Persigo las faldas que esconden secretos lascivos, muslos comestibles y manos ajenas.
"¿Por qué no pueden hacerme olvidar quién soy?"
"¿Por qué al término del día tengo que seguir siendo yo?"

No hay labios en este mundo que puedan devorar esas cosas viscosas en mi interior.
No existen manos lo suficientemente fuertes cómo para que lograsen asfixiarme.
Por eso sigo vivo, continuando con esta búsqueda implicítamente carnívora.
Sigo vivo...
Y mas te vale tener cuidado cuando salgas, no sea que sin querer llegases a encontrarme, o peor aún...
Puede que yo te encuentre antes.




lunes, 9 de agosto de 2010


Sin estrellas no hay noche, solo vacío.



Hoy pedí un deseo.




viernes, 6 de agosto de 2010


400 Entradas - 400 recuerdos



Detesto a mucha gente y mucha gente me detesta a mí, pero también hay personas que me gustan, me gustan mucho y no tiene nada que ver con que me correspondan. Yo vivo así. A la espera de la siguiente curva, del siguiente tramo en el camino que me lleve a la próxima lagrima o sonrisa. Al próximo encuentro.




martes, 3 de agosto de 2010


Got to be more careful


Esta es la historia del hombre que vivía dentro de tu sueños.
No tenía noción de que fuese producto de tu mente, por lo que se creía mortal, un ser común y corriente. Completamente ajeno a ti.
Una parte en su interior albergaba dudas, ya que a pesar de que su cuerpo respiraba y sangraba si se accidentaba, verás; este hombre no podía soñar.
Dormía en una sucesión de parpadeos y despertaba para encontrarse con tus ilusiones, unas ilusiones que no eran suyas, unas metas que no encajaban con él. Veía a las personas que soñabas sin reconocerles. Formaba parte de escenarios, casas y autopistas en las que jamás había colocado un pie.


El hombre que vivía dentro de tus sueños tuvo miedo... Y no te diste cuenta.


El tiempo transcurrió para ti, mientras que para él se atascó. Las pesadillas, esas que abandonaste cuando tus ojos se abrieron, terminaron por herirlo gravemente. Mientras tu veías el mundo, la escuela, los viajes, tu trabajo; Al hombre que vivía en tus sueños sólo se le permitía observar la parcela en blanco que es tu subconsciente. Un espectador de tus traumas y aspiraciones.


El hombre que vivía dentro de tus sueños lloró... Y no te diste cuenta.


Te enamoraste y contrajiste nupcias. Saliste con amigos. Te enojaste esa vez que la chica salió corriendo y sonreíste en el cumpleaños dónde te compraron ese pastel de mandarina. El hombre que vivía dentro de tus sueños no podía envejecer, era una especie de pintura borrosa. El hombre jamás conoció el amor ya que en ese plano sólo existía él. Al no haber nadie que recibiese sus intentos de sonrisa, dejó de intentar mostrarselas a los espejismos de tu realidad.


El hombre que vivía dentro de tus sueños decidió terminar con su vida... Y no te diste cuenta.


Una noche, ¿recuerdas esa noche?, tuviste un mal sueño. Un hombre al que jamás habías visto caminaba a pasos lentos hacia el borde de un acantilado. Sus labios se movían, pero estabas demasiado lejos como para entenderle. Ese hombre te miró fijamente; antes de dejarse caer arrojó una nota sobre un cúmulo de piedras cercanas.


El hombre ya no vivía en tus sueños... Y tu no lo comprendiste.


Yo sé que la verás, tarde o temprano, esa nota aparecerá en alguno de tus sueños. Tal vez la leas y una parte de ti no le de importancia. Quizás ni siquiera dediques la energía suficiente para siquiera levantarla. Incluso puede que se la lleve el viento antes de que tu la alcances. Pero tengo la certeza de que la verás...

Un milagro nació y pereció en tus sueños... Y tu no te diste cuenta.