martes, 28 de febrero de 2012


Amarillo




Amanece y todo esta bien. Sales a la calle con los últimos rastros del sueño donde devorabas al sol aún pegados en los párpados. Sientes extraña la boca, pesada. Te distraes al observar el color amarillento en las uñas de la chica que pasa a tu lado. Recuerdas otra vez al sol, y entonces lo miras directamente, intentando así alejarte del sueño. En la parada del camión un anciano te sonríe y entre la sonrisa nicotínica se reflejan pedazos de algo muy parecido al sol. El cielo se nubla. Te aterras. La boca te sigue pesando. Los ojos brillantes de un perro callejero te regresan la certeza de lo que ha pasado, de lo que ya pasó. El cielo se oscurece. Las personas han encendido linternas que más parecen cíclopes vigías, todos buscando un culpable. Corres a casa. Tropiezas con ropa sucia en el suelo, las manchas claras parecen burlarse cuando llegas al espejo. Abres la boca. El sol -lo que queda de él- se desprende de tus dientes hasta caer al lavamanos, sin vida. Rastros amarillos salpican el baño entero. Suenan las sirenas. Te han atrapado.

Entonces despiertas.




jueves, 23 de febrero de 2012


Payasada




No sabes lo que es, pero te llama. Grita tu nombre, tu apellido, tu grupo sanguíneo. Enreda su lengua en el pronombre que te rige mientras sus pies descalzos recorren tu sujeto. Para cuando comienzas a comprender su lenguaje ya es muy tarde, te ha succionado entero llevándose consigo las estructuras semánticas.

Y así, analfabeta hasta los huesos, te diriges a la fuente del sonido que grita incoherencias. Justo en el momento en que tus ojos se unen a los suyos caes de lleno contra el suelo...Muerto.

...El amor/deseo/líbido ha cobrado el precio.




lunes, 20 de febrero de 2012


¿Eres tú el que observa a través del prisma o es el prisma mirando a través de ti?





No, la situación no depende del cristal con el que le mires.


¡A la mierda el cristal!


Tritúralo, hazlo pedazos en tus manos.


Y, mientras puedas, mira eso que tus ojos te muestran.


...Antes de que el cristal regrese.




viernes, 17 de febrero de 2012


La princesa nunca deja de tener hambre




La princesa, justo ahora, ronda bajo la cama...
hecha un ovillo, toda ojos carmesí y colmillos límpidos.
Puedo escuchar sus uñas contra la madera, acortando centímetro a centímetro la distancia entre nosotras.

Me susurra palabras que se pierden en el aire, se carcajea y luego las uñas, otra vez, interrumpen mi concentración con sus gritos.

Casi puedo verla: falanges rojas, deshechas; lengua mordida fuera de su boca, producto de intentar decirme una y otra vez su nombre, nombre que me rehuso a entender.

No me atrevo a mirar, prefiero la dolorosa ignorancia.
Prefiero el desconocimiento, porque...también, puede que no haya nada, que bajo mi cama no esté nadie.
También puede que, bajo mi cama, esté yo.




martes, 14 de febrero de 2012


"El amor es como el hambre" -Dices riendo, con el vientre regordete y la boca ya cerrada.


Yo, con el vacío en el estómago punzando cual reloj desgastado, observo como te chupas los dedos.


No digo nada.









lunes, 6 de febrero de 2012


De climas nublados.





-.. Ellas son como las nubes -Le dije de repente, mientras miraba el cielo por la ventana del autobús -Sin importar cuanto esfuerzo uno haga por alcanzarles, por tocarles; sin importar a donde se vaya...En el momento en que los dedos les rozacen, se disolverían en las manos. Así, simplemente por que la piel y la nube están hechas de materias distintas.

-Pero, esa es una comparación demasiado poética. ¿No te parece?

-Si se la quitásemos, entonces, estaríamos permitiendo el triunfo de la nostalgia sobre nosotros. Y eso...Jamás.