Soy la versión varonil de Harry Potter
No tengo mucho tiempo, así que te lo voy a decir sin introducción edulcorada: No hay tal cosa como la perfección. Punto. Así. Uno se entrega y listo. Uno se regala a si mismo en pequeños pedazos hasta que simplemente no queda nada que arrancar. Y claro, en algunas ocasiones nos va a tocar sentarnos al lado de la rubia bonita pero ciertamente hueca que no para de acercar su blackberry a nuestra nariz. Pero hey, dejame compartirte un secreto: Otras veces nos va a importar un carajo la perfección por que nos estaremos pasando la ostia de bien. Punto. Así.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio