viernes, 13 de agosto de 2010


Mentiras Piadosas



I

-No hables de matemáticas, no me gustan.
-Entonces ¿de qué? Mi profesión son los números.
-Háblame de otra cosa, cualquiera…
-Pero, todo, a fin de cuentas, se puede reducir a un par de dígitos. La realidad es así.
-Entonces…Pues…entonces…
-¿Entonces qué?
-Entonces miénteme.

II

Esto es un montón de mentiras. Falacias que no pueden corroborarse. Ella me pedía un nuevo mundo ausente de reglas y yo no podía dárselo. Jesús, si ni siquiera lograba mirarle a los ojos por más de unos segundos. Ella se mantenía a la espera, expresando la misma petición arrogante en tono infantil con un deje acaramelado. Mentiras. Ella quería mentiras.

..Y yo se las di.

III

Recorrí con mis dedos partes aisladas de su cuerpo, a ojos cerrados traté de distinguir cada una para formar un todo que se asemejara lo mejor posible a quien era ella en realidad. Mis labios susurraban historias que jamás serían ciertas, desconozco si sonreía, ignoro si lloraba. Lo que podría asegurar es que ese momento nunca sucedió.

IV

Ahora caíamos en un pozo mohoso. Las paredes parecían escurrir una sustancia irreconocible para el ojo humano. Ella reía como una demente, con las manos completamente abiertas y extendidas sobre mi rostro. Sabía que habría un fin, nuestros cuerpos tarde o temprano se estrellarían contra la resistencia que conformaría el suelo. Un dolor infinito se extendería por cada membrana de nuestro sistema y ahí acabaría todo. Sin salida. Sin lugar a arrepentimientos. Si, ella sólo reía y reía. Yo sólo esperaba.

Por supuesto, esto también es un embuste.

V

Ahora ella yace inerte sobre el sillón, sus labios petrificados en un rictus semi-erótico. Un vestido que ya no es blanco cubriendo su cuerpo más bien robusto. Su cuello se ha ensanchado y amoratado, sus manos ahora asemejan un par de garras de ave, un ave que no volverá a remontar el vuelo. Hay silencio, al menos eso me parece. Algo afilado se resbala de mis manos pegajosas. El deseo se extingue con ella. La vida…La vida misma joder, se extingue con ella.
No siento miedo, no hay remordimiento. Después de todo, estos son vocablos ficticios.

VI

¿No es así?
Contéstame…
¿No es así?
Hey…
¿Estás ahí?

1 comentarios:

Blogger Kouji ha dicho...

o.o te ha quedado perfecto... me gusta mucho sobre todo en la que estan cayendo.

17 de agosto de 2010, 15:11  

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