viernes, 28 de octubre de 2011


Seis años...Seis años nos separan a ti y a mí





La mujer de suéter gris estaba enamorada. Le había visto por primera vez en el tren hacía dos meses; figura alta de gabardina oscura y todo ojos negros. A partir del momento en que el destino dirigió sus pupilas para mirarle ya no pudo escapar de la telaraña carnal. Se mantuvo acudiendo día tras día a la misma estación y la misma hora confiando en que la acción lograría calmarle los dolorosos latidos de su corazón. La imagen del hombre no solo le había privado del sueño y quitado el apetito; sino que redujo su vida entera bajo la forma de un vagón maculado de pintadas adolescentes y hedor a sudor.
A los setenta y tres días de paseos ferroviarios sin sentido, cuando su mente se ponía cómoda con la situación; el hombre se subió al tren nuevamente. La mujer se congeló unos instantes en su asiento solo para segundos después cerrar los ojos fingiendo que dormia.
El hombre paso de largo.

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