sábado, 21 de febrero de 2009


Las palabras me dañan por que quiero que me dañen


No sé si es por la hora, pero, he notado que mas o menos en este espacio de tiempo es cuando me siento aterrado, completamente fuera de mi, una locura tan lúcida que me da risa. ¿Por que lo me aqueja no puede ser tangible? En su lugar posee la forma fantasmal de recuerdos manchados de sarro. Tal vez las palabras encajadas después de semanas e incluso años han envenenado mi sangre volviendola pegajosa y hedionda. En este mismo momento puedo olerla y escucharla morir. Un ceceo que poco a poco se alentiza.

Quizás lo que espero es que alguien venga a terminar con esto, ponerle fin a la cobardía que solo sigue, guiada por vías del tren abandonadas.

Mis manos han perdido el valor de tomar mi vida por la fuerza. Esa es la verdad.

Por favor...que el día llegue rápido....
Que se lleve esta fragancia a vómito y la transplante por una idiota indiferencia.
Por favor....Que se lleve todo.

Incluso a mi
____________________________

Si todos los dias un nuevo yo nace y todas las noches un nuevo yo muere. Entonces que exactamente soy yo que vago en el lapso intermedio de estos dos suicidios.

Pronto yo también moriré, reemplazado por otro yo. De ser así la pregunta quedará inconclusa y como única prueba de mi débil existencia este cúmulo de palabras.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio