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Estado: xD ja!
Frase: "Vi una rosa y quise olerla pero tuve miedo de dejarla sin aroma" (Paranoia)
Leyendo: La Torre Oscura II -La llegada de los tres-
Me digo a mi mismo por tercera vez que es mi imaginación, que esa camioneta azul no es la misma que vi hace tres días aparcada en el estacionamiento del restaurante donde yo desayuno casi diario. Que es un modelo diferente de la que vi antier cuando retiraba dinero del banco. Que definitivamente en las placas de la que ayer casi me arrolla los numeros escritos eran distintos. Las tres no podían ser una. Las tres eran tres. Así de fácil. "Coser y Cantar", no había misterio.
Pero esto no eran más que simples pensamientos para sentirme tranquilo, olvidarlo todo, para poder dormir por las noches sin miedo y para poder seguir con mi vida como si nada estuviera ocurriendo. El hecho, la realidad sin cocinar ni aderezar era que ese estúpido automovil me estaba siguiendo. Para ser mas precisos lo hacía el hombre/mujer/niño/animal que estuviera dentro, despues de todo, los carros no se mueven solos ni andan por ahí acechando a personas solo por el placer de hacerlo.
Bajé la cabeza al pasar junto a él en espera que de esa manera yo me volviera invisible de una manera magica y perdieran interés. Comenzé a pensar que lo había logrado cuando de repente el motor se encendió, el demonio se había despertado revelando unos ojos a modo de faros ambar que parecían contemplar un rango de ciento ochenta grados. No llegué a quedarme a ver lo demás, mis piernas se movieron por inercia. Ahora me encontraba corriendo por las calles intentando dejar atrás a ese trasto y su gruñido aterrador.
De alguna manera llegue a mi hogar sin contratiempos, en cuanto puse pie dentro cerré las puertas con llave y me dedique a esperar. No tardarían en aparecer, tendría que defenderme. Tomé un destornillador que estaba al alcance y me agache de tal manera que podia observar por la ventana sin ser notado. Esperé...Esperé....y nada.
No pudo haber sido mi imaginación ¿o si?. Eso solo les sucede a los individuos con mentes que han sido derretidas por el estres o por las drogas. Seres que se la pasan hablando solos con una sonrisa torcida en sus labios. De esos que dibujan a la puñeta de la Monalisa con sus desechos. Yo no, yo era normal. Yo no estaba loco. Yo no podia estar loco.
No tengo buena memoria acerca de cuanto tiempo me mantuve ahí sentado, estaba a punto de dormirme cuando un automovil azul se estaciono en la entrada de mi casa. Sin pensarlo aferre el destornillador con fuerza. Las luces seguían encendidas. "Esa cosa me esta viendo, lo se" murmuré para mis adentros. Tenía que enfrentarlo. Tenía que sobrevivir. Era ese -lo que sea- o yo. Y por supuesto que haría todo lo que estuviera en mis manos para que el primero saliera perdiendo.
Me puse de pie encaminandome a la puerta. La abrí rapidamente y me acerque a la ventana del conductor. Me jugue el todo o la nada e intenté abrir la puerta, para mi suerte no tenía seguro. Ahora, solo era cuestión de enterrar con presición lo que traía en mis manos y...
Mis emociones se interrumpieron. No había nadie ahí. No había nada.
Cerré los ojos. Al parecer en verdad se me había botado un fusible. Froté mis sienes y mis parpados se abrieron de nuevo. Ahora un hombre con lentes oscuros y traje de igual tono me apuntaba con un arma. No tuve ni siquiera oportunidad de decir alguna oración, no se me concedieron unas ultimas palabras. Escuche el sonido del disparo. Escuche el aleteo de unas cuentas aves. Escuche al automovil rugir de alegría. Escuche a mi propio cuerpo gritando y despues....
________________________________________
Adiós vacaciones...
Tan horribles y tan divertidas.
Hora de despertar...
La resaca ha comenzado.
Veamos si esta vez...
Frase: "Vi una rosa y quise olerla pero tuve miedo de dejarla sin aroma" (Paranoia)
Leyendo: La Torre Oscura II -La llegada de los tres-
Me digo a mi mismo por tercera vez que es mi imaginación, que esa camioneta azul no es la misma que vi hace tres días aparcada en el estacionamiento del restaurante donde yo desayuno casi diario. Que es un modelo diferente de la que vi antier cuando retiraba dinero del banco. Que definitivamente en las placas de la que ayer casi me arrolla los numeros escritos eran distintos. Las tres no podían ser una. Las tres eran tres. Así de fácil. "Coser y Cantar", no había misterio.
Pero esto no eran más que simples pensamientos para sentirme tranquilo, olvidarlo todo, para poder dormir por las noches sin miedo y para poder seguir con mi vida como si nada estuviera ocurriendo. El hecho, la realidad sin cocinar ni aderezar era que ese estúpido automovil me estaba siguiendo. Para ser mas precisos lo hacía el hombre/mujer/niño/animal que estuviera dentro, despues de todo, los carros no se mueven solos ni andan por ahí acechando a personas solo por el placer de hacerlo.
Bajé la cabeza al pasar junto a él en espera que de esa manera yo me volviera invisible de una manera magica y perdieran interés. Comenzé a pensar que lo había logrado cuando de repente el motor se encendió, el demonio se había despertado revelando unos ojos a modo de faros ambar que parecían contemplar un rango de ciento ochenta grados. No llegué a quedarme a ver lo demás, mis piernas se movieron por inercia. Ahora me encontraba corriendo por las calles intentando dejar atrás a ese trasto y su gruñido aterrador.
De alguna manera llegue a mi hogar sin contratiempos, en cuanto puse pie dentro cerré las puertas con llave y me dedique a esperar. No tardarían en aparecer, tendría que defenderme. Tomé un destornillador que estaba al alcance y me agache de tal manera que podia observar por la ventana sin ser notado. Esperé...Esperé....y nada.
No pudo haber sido mi imaginación ¿o si?. Eso solo les sucede a los individuos con mentes que han sido derretidas por el estres o por las drogas. Seres que se la pasan hablando solos con una sonrisa torcida en sus labios. De esos que dibujan a la puñeta de la Monalisa con sus desechos. Yo no, yo era normal. Yo no estaba loco. Yo no podia estar loco.
No tengo buena memoria acerca de cuanto tiempo me mantuve ahí sentado, estaba a punto de dormirme cuando un automovil azul se estaciono en la entrada de mi casa. Sin pensarlo aferre el destornillador con fuerza. Las luces seguían encendidas. "Esa cosa me esta viendo, lo se" murmuré para mis adentros. Tenía que enfrentarlo. Tenía que sobrevivir. Era ese -lo que sea- o yo. Y por supuesto que haría todo lo que estuviera en mis manos para que el primero saliera perdiendo.
Me puse de pie encaminandome a la puerta. La abrí rapidamente y me acerque a la ventana del conductor. Me jugue el todo o la nada e intenté abrir la puerta, para mi suerte no tenía seguro. Ahora, solo era cuestión de enterrar con presición lo que traía en mis manos y...
Mis emociones se interrumpieron. No había nadie ahí. No había nada.
Cerré los ojos. Al parecer en verdad se me había botado un fusible. Froté mis sienes y mis parpados se abrieron de nuevo. Ahora un hombre con lentes oscuros y traje de igual tono me apuntaba con un arma. No tuve ni siquiera oportunidad de decir alguna oración, no se me concedieron unas ultimas palabras. Escuche el sonido del disparo. Escuche el aleteo de unas cuentas aves. Escuche al automovil rugir de alegría. Escuche a mi propio cuerpo gritando y despues....
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Adiós vacaciones...
Tan horribles y tan divertidas.
Hora de despertar...
La resaca ha comenzado.
Veamos si esta vez...
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