El Verdadero Tesoro

Estado: Mareada
Frase: "sonríe!!"
Leyendo: La Milla Verde

Nota: La historia es de Haruka (Kimi ga Nozomu Eien) Yo solo la cambie para que quedara mas o menos comprensible aunque no se si lo logré.

Había una vez, hace mucho tiempo. En un lugar donde las despedidas aún no existían. Una pequeña hada de nombre Mayumi que vivía en el profundo bosque, aislada de la calidez y el ruido de las personas. Un dia como muchos otros pero a la vez completamente diferente conoció a una chica solitaria por coincidencia y se hicieron amigas. Esta niña llamó a sus compañeras conforme pasaban los días para que juntas jugaran con el hada. Y eso hicieron. Poco a poco, los lazos comenzaron a crecer y los sentimientos a expandirse. Nacieron emociones tanto cálidas como frías que formaban bases templadas que afianzaban la amistad.

El tiempo siguió transcurriendo....

Pero Mayumi no era humana, asi que envejeció lentamente. Las pequeñas gradualmente se hicieron mayores y pronto se olvidaron de Mayumi, centrandose en el trabajo, en sus hijos, en su propia vida. Para entonces, solo la recordaba la primera chica que conoció. La cual se esforzaba en mantenerla presente a pesar de haberse transformado en una adulta y ya no poder jugar con ella. Se esforzaba...Se esforzaba....pero al final. Terminó olvidandola también.

Pero un día antes de hacerlo, la chica, con cara triste y lágrimas en sus ojos. Le dio un último regalo.
Uno que lo cambiaría todo....no solo al hada, sino al pueblo en general.
...Una última despedida.

Nadie hasta entonces conocía el adiós. Mayumi tampoco estaba libre de esta maldición, ella nunca había pronunciado esa palabra en su vida.
La niña ahora adulto le dijo esas palabras a Mayumi.
Esa oración fue pronunciada por la persona más buena e importante del mundo

-"Hasta Siempre" -Murmuró sonriendo mientras sus ojos empañados se posaron en los del hada
-....Hasta siempre -Contesto sonriendo a su vez

Sin decir más, cada una tomó su camino. Lleno de nuevas experiencias, nuevos amaneceres, nuevas tormentas. Conocieron a seres verdaderamente intrigantes y brillantes. Continuaron su rumbo, sin olvidarse por completo de lo que habían vivido juntas.

Ahora las despedidas habían cobrado un nuevo significado.
Más que un final, un inicio.

Pronto la gente de la aldea aprendió esas nuevas palabras y las pusieron en práctica. Cada una colocando sus propios sentimientos en ellas. Sus propias lágrimas. Sus propias sonrisas.

Asi es como cada despedida es diferente aún a pesar de ser el mismo cúmulo de vocales y consonantes