jueves, 4 de octubre de 2012


Anzuelos



El final del cuento siempre es el mismo.
Una rotación de personajes y desenlaces que se evaporan al cerrar el libro.
Y tú sigues con la vida, con el devenir vomitivo del estatuto sociopolítico.
Mientras, los protagonistas de papel se asfixian entre las pastas.
Hasta que, por fin, alguien cierra tu libro.

Bang.

1 comentarios:

Blogger Kouji ha dicho...

Yami to boshi to hon no tabibito

8 de octubre de 2012, 20:37  

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