lunes, 18 de mayo de 2009


El otro hospital


Frase:

La vida viene a ser eso, ¿no? ¿Acaso no estamos atrapados en un lugar oscuro y nos van quitando la comida y la bebida y nos vamos muriendo despacio, gradualmente? (Pajaro que da la cuerda al mundo)

Leyendo: La caza del carnero salvaje (HM)

Nos colocamos las batas blancas, con la esperanza de volvernos fantasmas, invisibles ante los ojos delirantes que no tardarán en mirarnos. El interior iluminado, engañando a cualquiera que intente predecir lo que ocurre dentro de las paredes manchadas de humedad. Lo primero que observo es una estatua de un santo que mira a la nada con las manos juntas en su regazo. Camas alineadas despidiendo hedor a alcohol y a sueños derretidos entre las sábanas. Cadenas de lo que parece hule descansan como serpientes a los lados, observandome, invitandome a colocar una de mis muñecas dentro y perderme, perderme en un mundo de antipsicoticos junto a mi propia voz gritando que me rebane la garganta.

Ojos que cuestionan, ojos que te miran con la vaga esperanza que será el último día dentro. Manos que intentan alcanzarte, comunicarte algo, la decima parte de lo que viven todos los días. Sus bocas piden cigarros, sus mentes ansían la libertad. Emanan la misma esencia que yo y eso me asusta...me asusta demasiado...

Un general que exclama que esta ahí para aprender de los demás, un personaje de una película infantil, seres que claman que alguien vive dentro de ellos, voces perdidas dentro de craneos huecos. Un hombre que intenta comerse los dedos, los cuales despiden una sustancia amarrillenta. Una mujer que sonríe comicamente mientras lame el cristal, mostrando una lengua provocadora y gris por el tabaco. Bancas con sogas a los lados. Cicatrices. Llanto y una abulia pegada al rostro como una máscara.

Individuos que nos explican la genesis de la locura, métodos de domesticación. Una mano posada en un hombro de una persona que ya no sabe quien es. Prisioneros de un cuerpo que no conoce que se encuentra vivo. El sol brillando. Las nubes blancas y el cielo azul....

..Y de repente estamos afuera. Cada vez más lejos. Cada vez más "cuerdos".


Eres uno de los errores de dios,
llorando, tragico desperdicio de piel
Estoy consciente de como te duele.
Y aún así no me dejas entrar en ti.

Ahora estoy derribando tu puerta
para intentar salvar tu hinchado rostro.
Aunque ya no me gustas.
Tu mientes al esforzarte, pérdida de espacio.

Es una canción para decir adiós
...Una canción para decir....

Antes de perder nuestra inocencia,
siempre fuiste uno de esos
bendecido con los sietes de la suerte
y una voz que me hace llorar.

Tu fuiste hijo de la madre naturaleza
alguien con quien me pude relacionar,
Tu aguja en ti el daño ha hecho
reteniendo una revuelta del destino.

Ahora intento despertar
para estirarte desde el cielo liquido.
Por que si no lo hago los dos terminaremos
solamente con tu canción para decir adiós.

Una canción para decir adiós...

1 comentarios:

Blogger Kouji ha dicho...

Kokorin, ¿que se siente estar en el lugar donde la frontera y entre cordura y locura se hace tan tenue? Despues de todo la locura es solo una convencion entre la mayoria de las personas, aquellas que piensan igual, para encerrar y deshacerse de aquellos cuyas mentes no pueden comprender.

19 de mayo de 2009, 20:45  

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