viernes, 15 de agosto de 2008


Siguiendo el camino del Haz



Estado: Desquiciado (por fin, por fin)
Frase:

Mi primer pensamiento fue que mentía en cada palabra,
ese inválido canoso que miraba de soslayo
con ojo maligno para observar el efecto de su mentira sobre la mía,
y boca apenas capaz de conseguir la supresión del regocijo,
que le fruncía y delineaba los bordes,
por haber ganado así otra víctima.
(Robert Browning)

Leyendo: Psicoanalisis de Hitler

Vi un prado repleto de flores verdes. Y pense, pense que alguien las había pintado. Las flores no son verdes ¿o si?. Sospeche del tipo de la imprenta. Con esa mirada suya que siempre tiene. ¿Me ve a mi?. Algo quiere de mi. Paso de largo ante la mujer que debe de pensar que soy un tipo idiota, a un lado del pequeño que se ríe de mi a mis espaldas. Huyo también de la anciana que con sus labios me hace gestos obsenos mientras con la mano izquierda toca sus pechos. O lo que queda de ellos.

Quieren atraparme, lo se. Esos que me sonríen por las calles. Incluso mi familia está implicada. Por eso he huido. Por eso estoy aqui, oculto entre las flores que son verdes pero no deberían serlo. Me alimento de perros que parecen avestruces, con el tiempo me he acostumbrado al sabor. Bebo de la saliva de las estatuas, asi que de sed no moriré. Huyo de las feminas que usan sombreros vistosos, ya que ocultan microfonos ahí. Me buscan, me buscan...

Nunca tuve amigos, todos eran maniquis. Reian y me lastimaban pero era por que yo mismo los manipulaba. Al menos eso me dijo el cuadro que cuelga de mi casa (¿sigue ahi o me ha seguido tambien?). Por eso tuve que romperlos y esconderlos bajo mi cama. Juguetes inservibles.

Hay algo que respira en mi espalda. Para evitarlo me he puesto a correr la mayoria del tiempo. Mi cuerpo desaparece. Esta siendo absorbido por mi demonio interior. Es mejor, cualquier cosa es mejor que los soldados de blanco. Mounstruos me llaman, yo solo debo seguirlos con la cabeza gacha y una sonrisa que refleje mi servidumbre.

....Ultimamente no paro de reir, incluso cuando duermo. Eso asusta a Johanna. Pobre pequeña, antes lloraba mucho. Gritaba por su madre todo el tiempo. Pero, ese asqueroso ser humano era una mentira, por eso la liberé, aun asi berreaba mucho. Asi que tuve que calmarla un poco. Ahora todo el tiempo esta silenciosa, con la vista perdida, incluso ha adquirido una aroma peculiar que a pesar de los continuos baños no la abandona.

Debo dejar de escribir, debo quemar este papel, de esa manera llegará a ti por medio de las cenizas. ¿Esos estúpidos creen que no puedo comunicarme contigo?, ja, ya verán...

Ya verán todos....

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