Basta

Estado: Cansada y con tarea

Frase:
"Si la persona que ama lo lastima más que hacerle algun bien...entonces lo correcto sería alejarse"
"Pues simplemente le dices que ya no te diga nada y te vienes con nosotros"
Leyendo: Yo mato

El hombre entra sigilosamente en la habitación. A pesar de que ha estado ahí más de un millar de veces, su expresión es como la primera ocasión que colocó pie dentro. Si tuviera que hacer una analogía, diría que es una mezcla entre el rostro de un niño en brazos de su madre después de no verla mucho tiempo y el de un adolescente teniendo su primer orgasmo.

Al momento en que cierra la puerta tras de si, lo primero que hace es encender la bombilla que cuelga del techo permitiendole al lugar iluminarse de nuevo, lo suficiente para evitar caerse y concecuentemente dañar alguno de los objetos que alberga la habitación. No, lo menos que le gustaría sería romperle el brazo, la pierna e incluso la nariz a alguna de sus niñas. Sus preciados tesoros.

Los ojos color esmeralda recorren avidamente los estantes que se encuentran apostados en las cuatro paredes. Eran repisas hechas de madera, las cuales sostenían a cientos de muñecas. De variados vestidos, colores, cabello, texturas. Algunas tienen más de cuarenta años mientras que otras se ven demasiado modernas, sin embargo absolutamente todas se ven hermosas. Producto de manos que las protegen de todas las maneras posibles, que las bañan, que las abrazan, que las acarician de formas tan tiernas como se haría con un recíen nacido y tan obsenas como se trataría a una mujerzuela.

Pequeños seres confinados a diversos rincones cuya única espera es ser alcanzadas por aquel hombre, deseando correr con la suerte de ser sostenidas por más de media hora, ser amadas, convertirse en la única. Puesto que lo único que existe para ellas es él. Nada más.

El hombre avanza a pasos muy lentos, saludando con una sonrisa a todas las pequeñas en sus sitios. Un saludo de manos por aqui. Una sonrisa por alla. Pronunciar su nombre. Hoy le apetecía a una rubia ojiazul, estaba seguro que le quitaría esta sed que no podía dentener. Que con ella olvidaría el dolor sumiendose en un placer que lo distraería. Al menos unos segundos.

"Hoy, hoy mi corazón será alcanzado"

Casi al final de la fila de la derecha encuentra a la elegida de la noche. La toma fuertemente por las axilas mientras la admira como si se tratara de una obra de arte. Sonríe complacido y al instante parece escucharse en el lugar un sin fin de suspiros de odio provocados por labios que no se abrirían nunca mientras al mismo tiempo se siente uno de completa alegría.

Sin mas ceremonia apaga la luz y abandona el sitio. Una vez lejos de sus amigas su verdadero yo se expone. Bruscamente empuja a la cama a su desconcertada doncella para proseguir a quitarse su vestimenta, heridas albergan todo su cuerpo. Sus ojos brillan ahora con un halo maniaco, su sonrisa se ensancha. Una música proveniente de algun lugar comienza a resonar anunciando que el baile esta a punto de empezar.

<¿Y esas cicatrices? > Pregunta timidamente la niña, de su boca no brota ninguna palabra.
<..Para no olvidarla, me impiden el seguir adelante. Yo mismo me las he creado> -Pronuncia mientras con movimientos felinos se coloca encima de ella
-Dejame ayudarte, intentaré apaciguarlas al menos un poco -Susurra la muñeca al oido mientras suavemente lo abraza, dejandose llevar por sus juegos y deseos.

El hombre ha dejado de pensar. Se dedica a sentir mientras sus recuerdos parecen derretirse. La música cambia abriendo paso a una melodía de violines la cual lo inspira de sobremanera. Ya no puede más. Va a estallar. Las correas autoimpuestas se rompen con un ligero silbido. Ahora es libre...

..Destroza cada miembro, muerde todo espacio, oprime cualquier muestra de resistencia. La muñeca parece estar asombrada mientras partes de su cuerpo se desvanecen abriendo paso al dolor, tal vez no humano, pero dolor finalmente. Intenta gritar, pedir ayuda a sus hermanas pero es inutil. El hombre se dedica a saciarse, sin pensar siquiera en lo que a ella le va a ocurrir si continua a ese ritmo.

Su último pensamiento es un deseo de haber al menos hecho olvidar al joven, liberarlo del antiguo amor corroido y envenenado para instaurarle uno puro, sumamente limpio. Cierra los ojos mientras su cabeza es arrancada del cuello. La música se detiene.

El hombre reacciona, observa lo que ha hecho y rompe a llorar como un crío. Trata de unir aquello que se ha roto pero no lo logra. No posee el talento ni las verdaderas ganas de hacerlo.

<¡No puedes irte ahora!....aun no la olvido...aun sigue aqui...¡regresa y hazme olvidar! ¿me oyes? tu trabajo no ha terminado...>

Para él cada muñeca es un instrumento, una vía de represión para mantenerse a flote por que el mismo no tiene el coraje para salir por su propia mano. Es verdad que ahora se encuentra bastante enojado pero esa ira remitira para dar paso al autocastigo por el intento de -borrado- de la mujer idiota que ama y odia tanto.

Tal vez mañana lo intente de nuevo, tome otra victima y repita el ritual. Despues de todo lo que sobran son juguetes con quienes interactuar. Piensa que tal vez si experimenta lo suficiente, tarde o temprano tanto la frustración como el sufrimiento se irán igual que el agua sucia por la alcantarilla.

Hoy su corazón no fue alcanzado...
Mañana quizás si...

Con esto presente su mente descansa de nuevo.

"Mañana quizás si..."
__________________________________________

¿La muñeca a la que se le separa la cabeza de su cuerpo se mantiene con vida?
La respuesta es no...No se le puede quitar la energía a algo que no la tiene en primer lugar.

...¿o si la posee?.... quizas bastante escondida...oculta entre barreras de plástico y telas llamativas.

Me deshago del vestido de encaje, lavo mi rostro en espera de que el maquillaje se diluya al contacto con el liquido. Así, aquello que quede seré yo. Solo yo, un ser humano.

....Sayonara ^^