sábado, 18 de junio de 2011


Quantum Suicidium




Puedes intentar ignorarlo, puedes intentar negarlo cuantas veces quieras y seguir con tus pequeños juegos, pero ellos andan cada vez más cerca. Incluso, es posible que hayan estado allí desde siempre… Esa es la verdad. Nunca ha habido escapatoria…

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-Damas y Caballeros de la prensa....
Cámaras enfocando, video rodando,blancas libretas desgarradas con lapices manipulados por diestros y zurdos.
-...Soy el doctor Barrón, primero que nada dejenme expresar la alegría que me causa el hecho de que haya tantas personas en la sala...
Los flashes se encienden, mueren y reencarnan a una velocidad asombrosa.
-...Esta noche voy a darles una demostración práctica sobre la existencia de las dimensiones paralelas. Como pueden ver, esto que tengo en la mano es una pistola nueve milímetros cargada...
Nadie se inmuta, observan el arma cómo se mira a un vendedor de globos ambulante.
-...Será pieza clave para nuestro experimento. Un experimento real conocido como Quantum Suicidium...
Alguien se revuelve en su asiento mientras que un sujeto con barba le pregunta a otro "¿Ha dicho suicidio?" Sin obtener respuesta.
-..No se intranquilicen por favor, puedo afirmar que la posibilidad de riesgo es nula. Observen que ocurre cuando coloco la pistola en mi sien y oprimo el gatillo...
Se escucha un ruido seco que es suprimido por los suspiros de la audiencia. No hay sangre, el doctor contínua con sus parpadeos, sus tics, su respiración, su perorata.
-...No, no es que al cartucho le haga falta munición; observen el florero...
Barrón apunta al pálido envase que sostiene una margarita, dispara y en milesimas de segundo la porcelana se destroza en pequeños pedazos que se expanden en la mesa, el agua se desliza fuera del escritorio manchando las notas de un reportero asiático. Una mujer se ha cubierto la boca con ambas manos manteniendo los ojos tan abiertos como su complexión le permite.
-...El florero no está, yo sigo aquí, tan simple como eso. Ocurre que no puedo ser dañado por el arma; intentaré explicarme: Cada vez que oprimo el gatillo dos realidades se crean, una donde la pistola no fue disparada y otra donde sí. La máquina que he creado...
Señala una caja negra cuya extensión esta conectada a un alimentador al fondo de la habitación. Algunos de los expectadores siguen el cordón con la mirada mientras otros analizan la caja. De momento nadie percibe el zapato que se encuentra en un punto del cable.
-...Me garantiza que siempre nos encontraremos en la realidad donde no se disparó. ¿No lo ven? ¡He creado la inmortalidad quantum! donde bajo ninguna circunstancia esta pistola podrá matarme...
Es en este punto cuando las cámaras hacen zoom, los lápices se aceleran y las llamadas telefónicas importantes toman lugar. El mismo hombre de barba objeta: "Espere un segundo, ¿eso significa que cada vez que aprieta el gatillo, en otra realidad, us...usted...usted muere?"
-...Si, seguramente, sin duda, pero eso es trivial. Hay una cantidad de situaciones que podrían ocurrir en cualquier momento en algún lugar, pero el punto es...
El zapato antes mencionado se enreda de pronto en el cable, el dueño del calzado al librarse de la incomodidad desconecta la extensión que suple de energía a la máquina. No se dice nada, no se hace nada.
-...Que este evento (el oprimir el gatillo y matarme) no pasó aquí...
"Esta desquiciado" grita alguien al fondo de la sala protegido por el anonimato.
-...¿Desquiciado?, ¡¡¡DESQUICIADO!!!...
"Hey" Dice por fin el hombre-zapato "¿Esta cosa se supone que debe estar enchufada? Creo que le pisé y la desconeté sin querer"

-...TONTOS, ¡Fijen la mirada de una vez por todas en la inmortalidad!...

Una vez más coloca la boquilla en su cabeza, una vez más dispara, sólo que esta ocasión la bala cruza su cráneo hasta estrellarse en la pared; el pizarrón donde segundos atrás se ostentaban ecuaciones matemáticas queda ahora cubierto por un licuado marrón. El hombre de barba se pone de pie, al mismo tiempo el hombre-zapato permite que el cable se deslize por entre sus dedos. Los flashes no dejan de perecer y renacer, el uso de la telefonía móvil se incrementa.

Al doctor Barrón no lo mató la curiosidad como suele ocurrir con la mayoría de los felinos, le ha asesinado la ignorancia de las masas.

1 comentarios:

Blogger Kouji ha dicho...

¡Sorprende! ¡Me ha gustado muchisimo! Lo del suicidio cuántico es genial, me pregunto si podrá llevarse a cabo algún dia en la vida real, eso nos acercaria bastante a la inmortalidad. Me recuerda mucho al gato de Schrödinger.

19 de junio de 2011, 11:59  

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