domingo, 5 de junio de 2011


51 People Died Alone


En el sueño portas un uniforme de colores opacos, se siente áspero al tacto y apesta como si lo hubieses traído pegado desde el día en que fuiste gestado. Tus ojos arden por el humo que rodea el ambiente, mientras que en tu garganta se siente picazón, te abstienes de toser pues temes ser descubierto por el enemigo... Es decir, tiene que haber un enemigo ahí afuera ¿no es así?, en las anteriores ensoñaciones siempre los hubo, ésta no tiene por que ser diferente.


Tanteas tu espalda buscando la familiaridad del arma, cuando las yemas ubican el metal duro y frío tus latidos se sosiegan, la lengua se asoma por unos segundos y humedece tus labios. Exhalas con lentitud. La vegetación a tu alrededor poco a poco ha comenzado a cobrar vida, los colores parecen moverse conforme las sombras conquistan el horizonte. Te dedicas a esperar con la certeza de que el viento te traerá el mensaje, el pitazo de salida para comenzar a correr. Cierras los ojos y por unos momentos la silueta de alguien familiar se materializa en tu mente, sin permitir que llegue a concretarse, tus parpados se abren de nuevo y olvidas el nombre que momentos atrás refulgió en alguna habitación lejana del laberinto que representas.


El sudor se ha mezclado con la humedad del lugar haciéndole en cierta medida tuyo. A cada minuto el temblor en las manos aumenta; inyecciones de adrenalina que te ponen a tope. Hoy no hay luna que te pueda ver sonreir. Sin testigos te percibes por primera vez libre, lejos incluso de ti mismo y la antigua vida que asfixiaste con esas falanges que ahora aferran tus rodillas.


...Le escuchas; un repiqueteo por el flanco derecho. Las palmas se tensan y en acto reflejo toman por la fuerza el bagaje en tu espalda. El dedo índice roza el gatillo unas cuantas veces; abandonando tu posición en cuclillas te colocas nuevamente de pie. El ruido ha aumentado en frecuencia y tono, sea lo que sea ya se encuentra en tu rango de visión; una figura con gabardina se alza a unos metros de tu lugar. ¿En qué momento percibió tu ubicación? No es importante, nada lo es excepto la figura y tú.


Ambos levantan sus armas apuntandolas a los puntos vitales del otro, escoges la garganta y el enemigo el corazón. A lo lejos se puede escuchar el canto de cortejo expulsado por una cigarra; el silbido de las balas rebana la melodía indoloramente, vacían el cartucho sin haberse dado cuenta siquiera.


No sientes dolor pero te rehusas a mirar tu cuerpo en busca de daños, te concentras en tus respiraciones, el pulso, la transpiración, lo que sea que distraiga esa curiosidad morbosa; tus ojos buscan a lo que se encontraba frente a ti infructuosamente. Relajas las manos que ahora parecen arder provocando que el arma se desplome en el suelo. No hay miedo, sólo un deseo tremendo de probar bocado, la lengua asoma un última vez inundándote de un sabor amargo las papilas.


Sin aviso, tus extremidades han dejado de responderte. "Todo el mundo muere" Te dices, sin embargo, por alguna razón eso no te tranquiliza. No pasa nada... Esto es un sueño.


Despiertas con un quejido. Tu cuerpo duele y la cabeza parece gritarte en diversos idiomas al mismo tiempo, sin prestarles atención te colocas la ropa para ir a trabajar, eliges la que huele ligeramente mejor que las otras amontonadas en un rincón. Mientras comes pan tostado enciendes la televisón: Un tipejo con traje enuncia una perorata de la que únicamente distingues el hecho de que hoy murieron cincuenta y un personas en quien-sabe-qué país debido a un enfrentamiento bélico; mientras el discurso del locutor persiste aparece una presentación con fotos, una de ellas te resulta conocida, a tal grado que derramas el cafe sobre la mesa y te atragantas con el bollo. Se trata de un hombre con un agujero de bala en el pecho; justo en el momento en que te falla el aire la siguiente fotografía cubre a la anterior y olvidas eso que segundos atrás refulgió en alguna habitación lejana del laberinto que representas.


"Todo el mundo muere" Te dices, esta vez si logra tranquilizarte. No pasa nada... Esto es un sueño.


Me despierto.

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