"De este mundo no podemos caernos"

Quién se junta con zorras termina rajado. Mis ojos han sido penetrados en tantas ocasiones por sus lascivas palabras que no observo nada más que un horizonte hediondo y lubricado. No obstante sigo pagándole en efectivo (siempre efectivo) por cuarenta minutos de sadismo y quince minutos de lengüeteo. Un día mi cuerpo no tolerará su sed de cuentos eroticos y peliculas pornográficas, si, un día simplemente la tomaré por el cuello y le cerraré la bocaza....le insertaré un dildo austero vía anal permitiéndole correrse sobre él. Le daré a fuerza de palos lo que tu no puedes. Y luego hablaremos de piratas y amores eternos, si es que aún le apetece.