De Pesadillas Eróticas y Pulsiones Desvieladas
La vida y el amor equivalen en complejidad a encontrarse en una habitación rodeado de diez cactus -todos con pelucas distintas- donde uno de ellos te dice: "Te quiero", pero tú no sabes cual.
No sabes cual...
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-¿Lo que nos dice el Otro en sueños puede traspasar hacia el mundo en vigilia?-
Suponiendo que pudiese, el Otro en la realidad onírica no es más que uno mismo mezclado con lo que se "cree" saber (por no decir idealización) del susodicho... Por lo tanto, esta verdad convierte en falacias sentimentaloides el discurso del Otro presente en nuestros sueños.
Si es así...
¿Por qué mis manos no dejan de temblar?
¿Por qué mi corazón pulsa tan deprisa?
2 comentarios:
¡Cactus! Que genial. Tus escritos hacen que me ponga a pensar.
me gustó el principio! cactus!
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