miércoles, 4 de mayo de 2011


Mi distorsionada Liebre de Marzo






Había nacido con zapatos. Rojos, de muñeca, colmilludos,

sus aguijonazos terrenales llegaban a perforar la carne de todos los postrados ante ella

como puentes, como nubes sangrantes (en áquel tiempo).

Y en el rostro tenía variedad de cicatrices, y lentes que intentaban inútilmente cubrir el fuego celeste de sus retinas.

Al pasar, por la noche, se le confundía con una sirena devoradora de corazones

-todos flechados, punzando clave morse-

Más, a decirte verdad, amó la luz solar. Comía en Noviembre castañas y granadas en Abril,

dejándole tanto el dedo índice como pulgar rojizos con un deje amarillento.

Y sentía temor y amor hacia el Ángel Reptil que acudía

en la madrugada a buscar doncellas con aroma musgo marino.

Y nunca la eligió.

1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

exelente!

22 de mayo de 2011, 17:12  

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