La vida es cíclica dicen, una especie de caleidoscopio de formas y bellos colores pero al fin y al cabo constante, por no decir repetitivo.
Observo no sin morbo la sonrisa que se dibuja y desdibuja a placer en tu rostro. La miro y temo que en mi propia cara se manifieste tremenda fragilidad e insipidez. Por ello sigo pendiente de ti, creyendo firmemente que tu sufrimiento algún día expondrá implicítamente mi futuro.
Sostengo el aire dentro de mis pulmones y lo dejo perecer ahí.
...Simplemente lo dejo perecer ahí.
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