miércoles, 7 de abril de 2010


Las once caricias


Si hubiera un reino de sandías, entonces ¿quién sería el rey?
Siento que hablo mil veces de lo mismo mientras otras mil veces muerdo mi lengua.
Los dientes se caen, el cabello también, los ojos se deshacen bajo capas de cataratas.
Poco a poco, en el segundo en que soy confundida con otra persona, mi yo verdadero grita lejos de aqui.

Si, en el momento en que mi boca te insulta, muerdo mi lengua.
Si, en el momento en que te susurro "te quiero, acercate", muerdo mi lengua.

Quiero que mis gafas observen el mundo en mi lugar, que lloren por mi, que se enfrenten a mis dolores. Pero ni siquiera la capa antireflejante es suficiente. Así que sigo adelante.

No me muestres tu lengua destrozada por las mentiras evocadas. Límitate a seguir caminando.
Y no mires atrás princesa o te pincharás el dedo.

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