viernes, 5 de febrero de 2010


Ojala pase algo que te borre de pronto



Riés delante de mí, mostrándome todos tus dientes. Con tu brazo derecho lastimas mi mano izquierda, hago una mueca, no puedo evitarlo, me has dolido. Entonces, con tus ojos tan abiertos, tan diferentes a los míos, me pides disculpas. La risa no te abandona, y ahora, la mía tampoco quiere hacerlo. El dolor, inevitable, se deshace entre caricias infantiles. Quiero decírtelo, eso que provocas en mí, la fuerza que representas. Pero tu atención se desvía llevándose el momento alrededor de tus pupilas, y yo, embutida entre mis suéteres, vuelvo a sonreirte.


Y mi deseo se convierte en un "ojala", que se transforma en "quizás", que regresa al "en fin".


Deseo ser fuerte.

Ojala no me abandones.

Quizás me abandones.

En fin, que ahora mismo estamos aquí. Demósle caña.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio