miércoles, 7 de enero de 2009


El descenso 1.0



Frase:

¿Por que duele tanto la vida?

Leyendo: De chica quería ser puta (Elena Sevilla)

-"¿Has escuchado alguna vez sobre la leyenda de las alas rotas?"
Niego con la cabeza sin apartar la mirada de la mujer que ha comenzado a hablar nada más entrar en la habitación (¿Cual habitación? ¿De que lugar? ¿De que momento?). Su voz me parece familiar pero aún no logró sacarla de la pecera de mis recuerdos. Me es dificil fijar la mirada en su único ojo sano, de vez en cuando se desvía hacia el parche que se sobrepone en el otro, o hacia su brazo forrado de vendas. No porta zapatos, simplemente un vestido azul que le cubre practicamente lo necesario

Si me inclino lo suficiente quizas le vea las bragas...

y un listón negro en el cuello. La verdad es que su presencia me intriga, tanto como lo podría hacer ante la mente de un chaval de quince años. Pensandolo una segunda vez, quizás es el primer especimen femenino que causa una reacción sexual en mi persona, claro que esto no lo menciono. Recitarlo sin razón aparente solo causaría que se alejara molesta. Asi que me limito a observarle en silencio.

-Se dice -Continua con su monologo, mis oidos se han adecuado tanto a su voz ya que no escucho nada ajeno a eso (¿O es que el mundo se ha callado, sosteniendo el aire para oirle atentamente?) -Que los seres humanos antes poseían alas, como las aves ¿me entiendes?. Con las cuales se transportaban de un lugar a otro. Las había de muchos colores y formas. Si me preguntas, no te podría decir por que es que las tenían. Simplemente era asi, tan común como poseer piernas o un corazón. Pero, como en casi todo, las personas guardaban envidia las unas de las otras....

"Las alas de ella son mas brillantes."
"¿Por que es que las mías son tan pequeñas y las de él tan grandes? Yo quiero unas asi."
"Mis alas son tan debiles, solo puedo estar en el cielo un par de horas y tu casi todo el dia."
"Injusto."
"Injusto."
"INJUSTO."

-...Es así como una serie de disputas comenzó, los individuos se cortaban las alas entre sí, con la esperanza de poder transplantarse o eliminar esas que parecían mejor que las suyas. Algunos murieron desangrados y unos cuantos quedaron desquiciados. Pero...Los transplantes si se podían, de hecho, eso hacía que las alas se fortalecieran...¿Me sigues?
Asiento
-Se olvidaron que pertenecían a la misma raza y para que sus alas resistieran más, las empapaban con la sangre de sus victimas, asi es, como poco a poco, los seres alados fueron desapareciendo...Hasta que solo quedo uno. El que carga con todo el sufrimiento. Dime, ¿Te gustaría ser él?
Pienso antes de contestar. Alas. Ser el único que pudiera volar por si mismo. Una parte de mí cree que es una bendición mientras la otra plasma la palabra "Maldición" en una de sus muñecas. Al final respondo que no lo se, que después de todo no son más que leyendas.
-¿Eso crees? -Pregunta mientras su cara muestra decepción ante mis palabras -No sé por que pensé que tu si me creerías. Podría haberlo jurado al mirarte. Bueno, no tiene caso. Gracias por escucharme.

Se levanta agilmente. Mis ojos nuevamente la observan como un hombre lo haría. Su piel blanca me hipnotiza (¿Quien eres?) y la fragancia que emana de ella se va perdiendo conforme se aleja. Toma uno de los candelabros sin siquiera prestarle atención y se dirige a uno de los pasillos de la estancia, el único que no esta iluminado.
Se va.
Pero antes de perderla por completo de vista, mis ojos se centran en las cicatrices que tiene en la espalda (No estaban ahí ¿o si?). Son grandes y parecen formar una "V" muy mal hecha, como si ahi, antes....
....Hubiera tenido alas.

Mi cuerpo reacciona y se pone de pie. Intento llamarla pero recuerdo que jamás le pregunté su nombre así que comienzo a correr tras ella. Todos los que estaban aqui se han ido, solo quedamos ella y yo. (¿Es que hubo alguien más en un principio?). En mi torpeza me doy de lleno contra una de las mesas haciendo que una cruz caiga al suelo. La tomo y la guardo en mi bolsillo guiado por un instinto y sigo mi camino.

Se ha ido.

Pero a los quince años uno cree que puede encontrarlo todo si le pone el suficiente empeño. Incluso que puede mirar entre la oscuridad. O que alguien lo guiará. O que se yo, uno es muy suicida. Al menos yo si.

Solo sé que entré en el pasillo sin ni siquiera un fosforo en la mano.
¿Intrepido? (Idiota)

1 comentarios:

Blogger Kouji ha dicho...

Sugoe! te has lucido con este post, parece como si fuera una escena de un silent hill! Lo de la cicatricez en la espalda *-*! la leyenda estubo chida!!!! pero... ya no queda nadie mas que tenga alas cierto? que le paso a las de ella?

7 de enero de 2009, 11:47  

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