sábado, 15 de diciembre de 2007


redruM


Estado: No se ni para que pongo este aspecto si casi nunca lo contesto
Frase que viene a mi mente: "Por más que te lo explique nunca lo vas a entender ¿o si?"

Hoy lo decidí.
Tomé la desición mientras veía un programa aburrido en la televisión y comía cereal. No sé por que me vino a la mente en el justo momento en que la mujer tras la pantalla estaba hablando sobre el detergente quita manchas. Pero una vez que la idea se expuso ante mi no pude dejar de pensar en ella. Durante toda esa mañana le di vueltas en mi cabeza, dandole forma, evaluando datos, plasmando pasos, despues de todo, no todos los días se planea algo tan grande como esto.

Fue sumamente sencillo levantarme e ir a la cocina, pero al cruzar el umbral comenzó la primera alarma producida por mi conciencia "¿Que haces?" susurró en el idioma que solo ella y yo comprendemos "¿que demonios piensas?". La ignoré con una leve inclinación de cabeza y seguí mi camino hacia el segundo cajón junto al horno, lo abrí como siempre suelo hacerlo, sin inmutarme siquiera saqué el cuchillo que años atrás mi hermano me había regalado al mudarme de domicilio (El mismo lo llamaba a modo de broma -El amuleto- , puede que suene extraño pero en verdad me había traído suerte hasta la fecha) asi que, ¿por que no usarlo en esta ocasión especial?

Lo sujeté por el mango quedandome unos segundos embobado mirando mi reflejo en él, se veía completamente distorsionado. Admito que llegué a dudar e incluso pude imaginarme poniendolo en su lugar nuevamente, pero la adrenalina ya estaba fluyendo y no había modo de detenerme, creo que también coadyuvó el hecho de que estaba cansado de soportar a esa persona. Cansado y hastiado hasta el punto de vomitar.

Sin prisa caminé a la recamara, la segunda alarma se disparó en un tono más alto que la anterior, en vano traté de cubrirme los oídos solo para descubrir que la voz venía desde dentro de mi cabeza "Detentedetentedetente" murmuró uniendo las palabras haciendolas parecer una sola, "nonononononono" este fenómeno siguió durante varios minutos hasta que cesó de una manera tan abrupta que al principio no logré discernir que en verdad había terminado.

Y ahi estaba él.....

Esperaba encontrarlo dormido o leyendo como últimamente solía pasarse la tarde entera, pero en cambio estaba bastante despierto y sin ningún libro a la vista, en cuanto llegué se puso frente a mí como dandome la bienvenida, le sonreí a manera de saludo y él hizo lo mismo, el silencio invandió la habitación pero no traté de ahuyentarlo sino que lo disfrute al máximo, respiré hondo, era hora...lo sentía...y creo que el también.

Lo miré una última vez, examinando cada parte de su cuerpo con verdadera minuciosidad, la figura que tenía ante mi se veía bastante triste, su cuerpo encovardo reflejaba enfermedad, dentro sus ojos había tanta inmundicia y maltrato que parecía desenvolverse ahi dentro un bacanal de los mil demonios, su boca seca, las arrugas de su rostro, todo se quedó grabado en mis retinas.

Lo quise recordar así, quise llevarme esa parte de él conmigo, ya que a mi memoria no acudieron recuerdos de haberlo visto de otra manera que no fuera esa: melancolico y sin ganas de vivir (negro), -le haré un favor- me dije -un favor para ambos

Alzé mi mano que guardaba el arma, le eche un último vistazo antes de asestar el golpe, estaba llorando, pero entre toda esa amargura y miedo se veía a su vez cierto agradecimiento, la verdad es que temblé al verlo de esa manera pero ya era tarde, no había vuelta atrás.

..Mi conciencia no dio tercer llamado
...El cuchillo se deslizó
...Y no hubo más

El ruido del espejo rompiendose no se hizo esperar, al instante en que el cuchillo chocó contra él este no soporto la presión y se dobló por la mitad haciendo que pedazos de cristal se esparcieran por el suelo, me quedé ahí de pie meditando mi hazaña, por alguna razón no podía dejar de reir como histérico

¿Le habré matado?
Dios, ¿En verdad lo asesiné?

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio