Llueve
Había una vez un pozo mágico.
Éste pozo tenía el poder de quitarte la tristeza si depositabas tus lágrimas en él.
Un día, el pozo se lleno de lágrimas y ya no podía recibir más de ellas.
La gente, espantada, se puso enseguida a cavar otro pozo para poder llorar en él.
Y el pozo mágico se ahogó entre lágrimas ajenas y propias. Sin que nadie se diera cuenta.
Éste pozo tenía el poder de quitarte la tristeza si depositabas tus lágrimas en él.
Un día, el pozo se lleno de lágrimas y ya no podía recibir más de ellas.
La gente, espantada, se puso enseguida a cavar otro pozo para poder llorar en él.
Y el pozo mágico se ahogó entre lágrimas ajenas y propias. Sin que nadie se diera cuenta.
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