domingo, 28 de abril de 2013


Ema


La vida es una perra, una perra que se arroja desde la ventana de un auto que transita a 80 km por hora. Una perra que no muere en el golpe, sino que brota ilesa echándose a correr lejos mientras uno le grita hasta reventarse las cuerdas vocales. Una perra a la que observas alejarse sin miramiento al tiempo en que se transforma en una sombra más en la oscuridad. Y tú sigues gritando, berreando su nombre aunque sabes que es inútil, que ya es muy tarde. Gritas horas, pero la vida no responde.

...No responde.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio