viernes, 4 de enero de 2013


Mutismo Selectivo



Esta era una mujer que dió a luz a un par de gansos blancos; pequeños y rígidos picos rasgaron su vientre desfigurándole el estómago. Con sus senos intactos les amamantó cariñosamente pero la violencia de su hambre animal provocó nuevas heridas donde proliferó la infección. El tiempo pasó y los gansos crecieron mientras la madre envejeció; cicatrices maternales palpitaban en noches de luna de llena al ritmo de un fluctuante corazón. Alguien, escuchando aquella decreciente melodía, denunció la inminente muerte a una institucíón de salud. Hombres de bata se llevarón a sus crías hacia una laguna cerca de Nayarit mientras que al despojo de lo que fue y ahora es la mujer, a un centro de rehabilitación en Nuevo Laredo.

Los calendarios se gastaron y la noticia de la madre a la que le habían arrebatado sus dos hijos deformes se esparció cual polvora entre los vecinos, quiénes, inconformes, consideraban tal acción como un atentado a los valores familiares, un pecado oscuro al cual era necesario sacarle a la luz y matarle a palazos. Por ello, un día tomaron sus armas y a la fuerza secuestraron a la madre convaleciente para llevarle a ver a sus vástagos. Les dejaron a los tres en Nayarit, " A vivir felices por siempre" les dijeron dándoles la espalda.

Seis noches después se encontró a la madre asesinada en la carretara 156, desgarrada su piel y desnudas sus entrañas; plumas blancas adornaban sus cuencas vacías, dedos dislocados y manchadas enaguas.

...Nadie dijo ya nada.

1 comentarios:

Blogger prox.sea ha dicho...

Nayarit...

7 de enero de 2013, 0:23  

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