miércoles, 31 de agosto de 2011


The Crown of Love


¿No logras ver que me has amputado las manos que te podrían haber sostenido?



Cada agujero tenía tatuado un nombre.

Orejas, Ojos, Narinas, Coño, Ano, Boca, Pezones..Todos, un nombre distinto. Le desnudé, esperando un hueco al cual pudiese bautizar, un terreno propio. Ella se encogió de hombros mientras abría las piernas echando la cabeza hacia atrás. Enjuagué entonces con saliva su piel en espera de corroer la tinta; mi lengua, cual estropajo, terminó hecha jirones por el esfuerzo.


Las letras, burlonas, brillaban con mayor intensidad...

...Y ella sólo reía.


Aguardé a que se durmiese, y con un cuchillo de la cocina me dispuse a arrancarle jirones de piel. Se resistió, cómo can defendiendo alimento, pero la fuerza nunca había sido su cualidad. Le reventé la dermis, toda la que pude, toda la que distinguí. Dejó de gritar como a los cuarenta minutos, para entonces ya casi había terminado.


La sangre fue un engorro, he de admitirlo. Sin embargo la humedad me facilitó el escarbar mis iniciales en sus músculos -los que quedaban intactos-, tallé toda la noche. Era hermosa; la poseí con lujuria, salvajamente, sin realmente pensar.


Todos sus agujeros me pertenecen.

Su alma ya no tiene por donde salir.

Es mía. Realmente mía.

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