sábado, 5 de julio de 2008


When cicadas cry



Estado: Entendiendo
Frase: "Se lo llevaron los demonios"
Leyendo: Cronica del pajaro que le da cuerda al mundo

Escucho el timbre de la puerta. Pero aún asi no me muevo del lugar que ocupo en el sofa. Se que eres tu. Casi puedo imaginar tu figura afuera en la lluvia. Empapada. Llorando. Esperando escuchar ruidos que indiquen que me he movido hacia el umbral para recibirte. Eso me da un poco de gracia y pena al mismo tiempo.

Sonidos de rasguños alteran mis pensamientos adormilados. Sigues ahi. Al final me vence la lastima y voy hacia ti. Abro al puerta un poco. Lo suficiente. Puedo mirarte. Reprimo una carcajada por tu patetica apariencia. Pregunto sobre lo que deseas. Tu solo contestas que anhelabas verme.

"Ya me has visto. Marchate"

Mis palabras parecen perforarte. Puedo notarlo en tu rostro. Deslizas tus manos atraves del pequeño espacio libre que hay entre el umbral y mi casa. Me observas fijamente. Una suplica silenciosa. Yo la ignoro.

"Quita los dedos"

No pareces escuchar mis ordenes. Yo comienzo a hartarme. De tener que soportar tus caprichos. Tus lágrimas. Incluso tus sonrisas. Toda tu se ha convertido en una molestia. Así que hago lo primero que viene a mi mente asqueada. Cierro la puerta. Poco a poco. Atrapando tus dedos. Tenia la ligera esperanza de que los retirarias al momento en que sintieras dolor. Pero no lo haces. Tu mirada sigue fija en mí. De tu boca solo brotan disculpas. Palabras de afecto que ya no son nada. Promesas. Vomito literario.

Bien. Entonces que asi sea...

Aplico fuerza sobre la puerta. Cada vez más. Te quejas. Ahora si estas sollozando de verdad. Nada de tonterias de muñeca. Llanto Humano. Gritas. Ruegas que te libere. Pero ¿que puedo decir?. Esto me esta gustando. El oir tus suplicas tintadas en miedo. Casi palpar tu sufrimiento. He comenzado a reir sin darme cuenta.

Me aturde uno de tus gritos. Algo ha caido al suelo. La puerta se cierra por completo. Son tus dedos yaciendo en mi alfombra. Las nauseas me invaden. Sigues berreando. La lluvia te acompaña.

¿Que demonios he hecho?

No puedo pensar. El mareo se ha apoderado de mi capacidad de enlazar ideas. Alguien sigue riendo. Creo que soy yo...

Yo...

Mi cuerpo se mueve sin mi consentimiento. A la cocina. Tomo el cuchillo más grande que encuentro. La carcajada se ha vuelto un zumbido que no me deja. Mi mundo es gris. Necesito terminar con todo.

Corro de nuevo hacia la puerta. La abro de par en par. Como esperaba no te has movido. dejas de quejarte en cuanto me miras. Extiendes tus brazos hacia mi. Sigues parloteando tonterias sobre compromiso. El para siempre. Amistad. Amor. Perdon. Son patrañas. Ya no importan.

Mis brazos también te buscan.
Te recibirán.
Claro que si.
Y esta vez por siempre...

Abrazame.
Y duerme de una puñetera vez.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio